Descripción
“… suena la alarma, y bajo la tierra horadada por las galerías para extraer el tesoro negro que te sostiene, entra cada día al tajo inclinado. Y al salir, con el rostro oscuro, las manos rotas y la tos callada y eterna, vislumbra con los ojos secos la silueta del castillete contra la montaña. Allí le esperan, con el alma inquieta, el corazón en un puño y ya sin uñas en los dedos. Esta vez hubo suerte. Otras no …”
Barruelo de Santullán, como en otros pozos y otras cuencas, historia viva de la minería del carbón.